Situado en un lugar privilegiado, el municipio de Graus es un espacio perfecto para los que aman y disfrutan de la naturaleza.
Graus se revela como una magnífica puerta de entrada hacia el Pirineo. La naturaleza adquiere en Graus y su entorno unas cualidades paisajistas muy variadas. Desde el embalse de Joaquín Costa, a la riqueza faunística y botánica de los valles del Ésera e Isábena, hasta las estribaciones de las sierras de Torón, Esdolomada y la Carrodilla. Los cercanos parques naturales de Posets-Maladeta y Guara y el nacional de Ordesa y Monte Perdido permiten la realización de gratos paseos y excursiones de alto interés paisajístico.
La baja Ribagorza se caracteriza por ser una ribera llana con fértiles tierras de cultivo y bosques mediterráneos. El agua es el principal protagonista y un recurso natural y turístico de primer nivel. Los caudalosos ríos y las tranquilas aguas del embalse dan prueba de ello.
Otro de los aspectos más interesantes es la geología. Nuestra zona es de las más completas de la Península Ibérica. El espacio comprendido entre Graus y la cercana localidad leridana de Ager está considerado por los geólogos como una de las zonas claves para entender el Eoceno a escala mundial, y esto es debido a que se estima que originariamente estaba situada en la parte ocupada en la actualidad por el centro y el sur de Francia, y durante la formación de los Pirineos fue desplazado hacia su localización actual.
La gran riqueza paleontológica ha convertido a Graus y su comarca en un auténtico referente y en una cita inexcusable para los más destacados en la materia.