Ramiro I de Aragón (ca. 1006/8 de mayo de 1063) es considerado como el primer rey de Aragón (1035-1063) al que añadió los territorios de Sobrarbe y Ribagorza desde la muerte de su hermanastro Gonzalo en 1045, intitulándose así pues rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza.
Conquistó, aliado con Arnal Mir de Tost y el Condado de Urgel de Armengol III, los castillos de Laguarres, Lascuarre, Falces, Viacamp y Benabarre, e intentó tomar la poderosa fortaleza de Graus al rey de la taifa de Saraqusta Al-Muqtadir —quien contó con la ayuda de la mesnada del aún infante Sancho II de Castilla en cuyo ejército figuraba un joven Cid de alrededor de catorce años: Rodrigo Díaz—, pero Ramiro I murió en el transcurso de esta operación bélica, seguramente a manos de un experto soldado de Al-Muqtadir.
Hijo de Sancho el Mayor de Pamplona y de Sancha de Aibar, contrajo matrimonio con Ermesinda de Aragón, una hija de Bernardo Roger de Foix, con lo que inició una tradición de alianza entre el reino aragonés y el condado ultrapirenaico, que se prolongaría por varios siglos. Estableció también alianzas con el Condado de Urgel, casando a su primogénito Sancho Ramírez con una hija de Armengol III de Urgel (a quien además dio en matrimonio a su hija Sancha) para así oponerse a las ansias expansionistas del conde de Barcelona Ramón Berenguer I en la zona del Cinca.
En 1045, a la muerte de su hermano Gonzalo, se anexionó los condados de Sobrarbe y Ribagorza que correspondía regir a su hermano García, unificando así los tres condados, junto con el de Aragón, que iban a formar el nuevo reino.
PLAZA DE RAMIRO I: Punto de partida de la ruta en el sitio en el que, según la historia, fue herido de muerte el monarca aragonés. Un monolito de piedra colocado en 2013 recuerda el lugar donde sucedió la Batalla de Graus en el año 1063, el conocido como Campo Zapata.
CALLE LA MURALLA: La Plaza de Ramiro I está junto a esta calle por la que discurría la antigua muralla de Graus, visible en algún tramo y que en la actualidad sirve de basamento a varias construcciones. Se conservan algunos restos del recinto amurallado como tres puertas de entradas, los conocidos como portal de Chinchín, Linés y Barón.
PASEO DE LOS FILADÓS: En este paseo que se abre tras el portal de Chinchín o puerta de Barbastro estaba la ermita románica de la Magdalena. Se trataba de un edificio religioso del que simplemente quedan sillares que han sido aprovechados en un pajar próximo. También aquí encontramos la Placeta de los Bous, un mirador hacia Graus y el Pirineo, con una réplica de la Tizona, la espada de El Cid, y la bandera con el Signum regis de Ramiro. Muy cerca se localiza el Puente de Abajo, del siglo XVI.
PEÑA DEL MORRAL: En lo alto de la mole rocosa que protege Graus se localizaba el castillo musulmán, que fue un importante baluarte asediado por Ramiro I y conquistado por su hijo Sancho Ramírez en 1083. El castillo de Graus era una de las plazas más importante de los musulmanes en tierras ribagozanas, siendo la frontera última del imperio establecida por el emir de Zaragoza. Contaba con muralla y varios torreones. Este recinto superior tenía finalidad absolutamente defensiva, exclusivo para la guarnición militar, así que los pobladores habitaban en la falda de la montaña, protegidos por un segundo recinto amurallado y viviendas construidas sobre la propia roca, lugar que ocupa ahora la Basílica de la Virgen de la Peña. En la actualidad solo se conservan los cimientos de la torre principal y de una torre albarrana.
ERMITA DE SAN ANTÓN DE PANO: El antiguo monasterio de San Juan Bautista es ahora una pequeña ermita románico-lombarda edificada en el siglo XI. Desde este cenobio se ideó la reconquista cristiana de la zona de Graus por el primer rey de Aragón, Ramiro I. La ventana del muro sur es una obra espléndida a la vez que rústica que explica muy bien la rudeza del templo. La iglesia es de planta basilical de tres naves que terminan en tres ábsides decorados en su exterior por los típicos arquillos lombardos, lesenas y dientes de sierra.
CASTILLO DE PANILLO: Sus comienzos son confusos, aunque se sabe que se construyó a mediados del siglo XI. El recinto fortificado conserva parte de la muralla, una torre circular y la correspondiente iglesia románica dedicada a Santa Engracia. Desde aquí contemplaremos unas extraordinarias vistas del valle con el Pirineo como telón de fondo.
LUMBIERRES: Sencilla construcción románica ubicada estratégicamente a las puertas del Congosto de Olvena. Su origen se remonta a una antigua fortaleza medieval documentada a finales del siglo XI, de la que apenas se conservan restos. La ermita conserva buena parte de la estructura gracias a la calidad de sus sillares, que se adaptan al terreno. Destacan en el edificio las dos puertas de entrada con arcos de medio punto, el vano alargado del ábside y una curiosa espadaña. Su acceso por una senda señalizada junto a la N-123 es algo exigente, ya que en menos de 1 km se asciende cerca de 150 metros. Las provilegiadas vistas que contemplaremos desde aquí también son un aliciente. Este recorrido fue recuperado en el año 2015 gracias al trabajo de la Asociación Ramiro I de Graus.